Los daños en estructuras civiles han causado innumerables desastres en el transcurso de la historia, por lo cual han llamado la atención de la comunidad relacionada con las técnicas de construcción y mantenimiento de estructuras. En todo momento, los edificios y puentes se están deteriorando, y se pierden así su utilidad y beneficio para el ser humano, por lo cual es importante preguntar:
¿Existe alguna forma de conocer estos daños para prevenirlos, corregirlos y conocer el tiempo de vida útil que posee cada estructura?
Al igual que cualquier estructura, los edificios vibran de acuerdo a sus propiedades dinámicas.
Es importante poder caracterizar estos movimientos vibratorios con miras a modelar de manera acertada el comportamiento de la estructura bajo cargas que cambian instantáneamente con el tiempo, como por ejemplo las producidas por sismos o viento. Los patrones de vibración de un edificio son complejos, por lo que se descomponen en modos de vibración más sencillos, que superpuestos conforman la forma final en que vibrará la estructura. Cada uno de estos modos está definido por medio de tres parámetros: periodo natural (T), amortiguamiento (β) y forma modal.
“El Análisis Modal Operacional (AMO) determina los parámetros dinámicos de la construcción midiendo la respuesta ambiental.”
Las pruebas de Análisis Modal Operacional (AMO)
Se Realizan in situ
No interrumpen el uso normal de la edificación
No son destructivas
Las cargas aplicadas a la estructura para que esta vibre se originan en el ambiente e incluyen el viento, los microsismos y las actividades humanas, tanto de operación del edificio como externas a él.
La respuesta se mide por medio acelerógrafos, colocados en puntos estratégicos del edificio.
Esta información se compara con los datos teóricos determinados en el diseño, con el fin de obtener de un modo más real el comportamiento dinámico de la estructura y su interacción con el terreno.